LA MARCHA INMACULADA

En las instalaciones del canal en el que trabajo me encontré con un volante que invitaba a una marcha contra el TLC, o por lo menos eso me pareció entender. La diferencia es que la invitación no estaba respaldada por las firmas de siempre (Moir, CUT, CTC, etc.) sino por los "Trabajadores de la cultura". Fuí. No fue una marcha como las que estamos acostumbrados. De hecho, parecía la caminata de la Solidaridad por Colombia: en vez de banderas rojas, camisetas negras y pancartas satíricas, estaban todos muy vestiditos de blanco, como si fueran los niños coristas de algun rapero negro de moda; cinta de seguridad bordeaba el andén, había personal de logística con radioteléfonos y los policias pasaban por entre las filas de manifestantes como si nada. Para sazonar este cuadro tan rebelde como la telenovela juvenil que emite RCN, los "trabajadores famosos" firmaban autógrafos y se tomaban fotos con sus fans entre consigna y consigna. Hablando de consignas estas eran tan blancas como sus ropas. Como ejemplo la más agresiva: "¡La cultura no se negocia!". Pero el colmo de todo fue la cantada del Himno Nacional. Ante espectáculo tan grotesco, este incipiente revolucionario trató de "pegar" una de las que están de moda por estos días: "¡Uribe, paraco, el pueblo está berraco! ¡Uribe, fascista, usté es el terrorista!". En vez del esperado responsorio, los inmaculados manifestantes reaccionaron con actitud de "y a este quién lo invitó". Sin embargo, algunos lograron contagiarse, y ante esta situación, con actitud gusanosa, Jorge Cao incitó a callarnos. Ahora esto sí que estaba sospechoso ¿Cómo esperan derrotar el TLC apoyando a Uribe? Eso explicaba por qué la papa que estalló frente al Oma de la Cinemateca, cargada de propaganda, pasó casi desapercibida. Los policias, incluso, recogieron con muchas parsimonia la propaganda. De todas formas, este que escribe, aprovecho la lentitud policial para hacerse con una parte de los panfletos y repartirlos entre algunos manifestantes. En principio no se iba a llegar a la Plaza de Bolívar pero se hizo así por iniciativa popular, ya que para los organizadores la marcha había que terminarla una cuadra antes. La Plaza no estuvo mejor. El Himno Nacional fue seguido de un montón de discursillos veintejulieros de carácter chovinista por parte de desempleadas estrellas de la historia de nuestra TV. En tal ambiente farandulero, un trabajador aburrido de la oferta de la TV nacional, empezó a despotricar contra el trabajo de algunos manifestantes. Era el típico espectador que cree que los diálogos se los inventan los actores en la escena. Al instante, los famosos, que se elevaban sobre la multitud junto a la estatua de El Libertador, procedieron a hacer callar a este despistado personaje. Por fortuna, se encontraban en el lugar dos integrantes de Banderas Negras, organización anarquista que actualmente realiza una importante actividad revolucionaria entre la juventud colombiana. Eran un par de adolescentes, pero con el suficiente odio por el fascismo como para saber que nadie, ni siquiera el más ignorante de todos, merece ser silenciado. Sin embargo eran pocos, así que me sumé pensando en que 4 son más fuertes que 3, aunque la multitud se había puesto en nuestra contra. En esa marcha no se podía disentir. Los jóvenes de Banderas Negras, sin embargo, lo estaban haciendo bien. Con argumentos explicaban por qué a nadie se le pueden callar las ideas, hasta que apareció uno de esos personajes que es la personificación misma del "mamerto": tipo indígena, mechudo, bigote, chaqueta de cuero pasada de moda, gafa redonda, mochila, etc. Este personaje, acompañado de sus jóvenes aprendices, que sí podían expresarse, insistía en que debíamos callarnos porque esta no era nuestra marcha. Esa fue la verdad. Sí. Los autodenominados trabajadores de la cultura salieron a la calle a manifestarse, eso es valioso, pero ¿a manifestar qué? ¿Que queremos a Colombia y hay que defender lo nuestro? Si eso es el discurso de todos los días en los medios masivos, no hay que organizar una marcha para eso. Ahora ¿defender lo nuestro es aniquilar toda idea que no se parezca a "lo nuestro? El mamerto en cuestión insistía en que había que dejarlos rebotarse y que después había que mostrarles el buen camino. Entendí porque inspira tanto desprecio el mamerto-revoltoso-setenterotrasnochado: Es un cabronazo estalinista que es capaz de convencer al pueblo de cualquier cosa, así sea en pro de la ignorancia y el prejuicio, con tal de hacerse con un espaciecito de poder de una manera u otra. A pesar del optimismo de algunos compañeros que encontré en la marcha, para mí fue un fracaso. El blanco característico de la marcha me produjo insoportables náuseas que empeoraron en casa, al ver en las noticias que la reacción caucana había organizado una marcha de camisetas y pañuelos blancos para que los compañeros indígenas renunciaran a su lucha y "respetaran la propiedad privada." Insisto, fue un FRACASO. Pero es de los fracasos que debemos aprender. Los trabajadores que nos desempeñamos en el sector de las artes, el espectáculo y los medios de comunicación, en su mayoría, estamos desligados de cualquier actividad en defensa de nuestros derechos. Las condiciones de la industria en Colombia, nos han llevado a alejarnos de toda actividad sindical. Al igual que los payasos, nos hemos visto obligados a disimular nuestro descontento. Además, a diferencia de Europa, aquí no se ponde de moda el artista que se muestra crítico con respecto al poder, todo lo contrario. Por otra parte, y específicamente hablo de la TV, los ambientes frívolos del espectáculo, últimamente estimulan una actitud humanista que no trasciende más allá de mostrarse complacido ante un acto de beneficencia. Mientras tanto, la cultura se perfila como un importante sector económico en Colombia. En situaciones de crisis económica y social, la gente busca vías de escape en las artes y las manifestaciones de la cultura popular. Las largas filas de desempleados se agolparán frente a sus televisores a ver material reencauchado Made in USA, comprarán en el supermercado libros de autoayuda y superación que les enseñarán que son pobres por culpa de ellos mismos, y cantarán las 40 canciones que pondrán de moda las 7 grandes disqueras multinacionales y RCN Music. Todo esto llenará las arcas de las multinacionales del entretenimiento, mientras que nosotros estaremos negociando con algún pariente un videito institucional a ver si se puede completar para el arriendo.

El Rojo Feroz 05-12-01 Bogotá D.C.