A todas las niñas y mujeres que han sobrevivido la violencia sexual
Arinushka aniquilaba horas en cuclillas rondaba sepulcros con sus dedos fríos acercaba el oído a la piedra y murmuraba quejas de heridas abiertas bajo tierra Decía los nombres de otras se decía en pena mortal roto el vestido del alma el horror instaurado La niña no conocía otro rumbo que las tumbas florecía solitaria entre parientas muertas Mi aire disipa su angustia de eras decía Arinushka con espinas marcadas en las manos Mi aire es canción que cura decía con los brillos intactos animosa aún sabiendo
Un día Arinushka volvía a su casa en voz alta vibrante el paso tibios los hombros en junio
Atrás el río frívolo las lápidas su orden abismal Gemidos enhebrados en ramas como vainas de insectos esbeltos sobre las tumbas renaciendo El paisaje infantil que la niña tejía a diario y la noche viva destejía
La vencieron desde atrás varios hombres con cintas enredaron su aliento Se movía como un pez con el silencio de un pez y su espina que se quiebra Las cintas sostenían sus dedos sus piernas sus brazos irrumpieron en todo lo vertical Rasgaron los extremos de su boca Empujaron su sangre hacia el suelo Su garganta ya no era Todo lo húmedo vivía su último instante de violencia Las cintas revelaban su único lado Un exterior para moscas atrapadas en copas de cristal Arinushka ya no podía sentir el miedo palpitando La vida se alejaba Enmudecía
El cuerpo muerto de la niña adornó el suelo Rastros de cintas de seda amorataban el cuello roto Un halo de sangre advertía el daño incalculable bajo la cierta transparencia La ausencia de sonidos explicaba: Las ultrajadas callan hasta el consuelo Las que nunca volvieron a su casa hasta sentir pasos sobre la piedra
***
Mientras tanto los hombres olvidaban Mientras tanto otras caíamos en bosques de países engañosos Supimos lo que es desvanecerse de miedo y quedar a merced de una violencia pura sin deseo Nos sentimos morir como pájaros Quebrarnos La voz de todo ocultarse Pero sobrevivimos Nos quedaron señas imborrables en los pies y en el sueño y una fragilidad magnética en el paso Nos quedaron visiones de fractura y un rechazo visceral al silencio A veces nos miramos unas a otras los rastros de las cintas en la piel Del roce nacen sonidos canciones para curar y miles de cristales pequeños que destellan y se mueven y chocan como la vida
1 comentario:
Bonito, triste y doloroso... Una espina de amargura clavada en el corazón de todos los hombres...
Publicar un comentario